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Minería

Mineros a pequeña escala y sus principales desafíos

La organización Solidaridad identificó cuatro desafíos principales.

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Los mineros a pequeña escala y los dedicados a la minería artesanal representan un porcentaje importante en lo que respecta a la extracción de oro. De hecho, según la organización internacional Solidaridad dicha actividad es responsable del 20% del oro extraído.

Por ello, resulta importante conocer cuáles son los desafíos más importantes a los que se enfrentan las personas que integran este grupo.

En ese sentido, Solidaridad, en el marco de su proyecto Revaloro, identificó los cuatro desafíos que requieren una atención inmediata; ya que, de esa forma, se puede mejorar en gran medida su situación.

Los 4 desafíos más importantes de los mineros a pequeña escala

En primer lugar, la organización señala a la formalización como uno de los desafíos puntuales de los mineros a pequeña escala. Diversas dificultades logísticas, burocráticas y técnicas, por ejemplo, han impedido que, hasta inicios de 2022, haya un escaso 11% de mineros inscritos en el proceso de formalización que ya ha culminado el trámite.

Y la situación es aun más apremiante en el caso de las mujeres dedicadas al “pallaqueo” (selección manual de mineral); pues esta actividad no se encuentra reconocida como una forma de minería en la normativa oficial.

Por otro lado, las condiciones laborales también representan un gran desafío para la pequeña minería. En efecto, existe mucha precariedad en la labor de los mineros a pequeña escala. Esto se debe, principalmente, a la incertidumbre de sus operaciones; así como a que las actividades que realizan resultan incompatibles con los estándares de contratos y beneficios (“pallaqueo” y “cachorreo”). Asimismo, esto deviene en que existan muy pocos mineros artesanales que laboren bajo contrato, y que cuenten con beneficios, como un seguro médico.

Otro de los desafíos de la MAPE podría explicarse como producto de la informalidad; ya que tiene que ver con los aspectos económicos y el casi nulo acceso de los mineros a pequeña escala al sector financiero; lo que los obliga, en muchas ocasiones, a optar por financiar sus actividades en el mercado negro. Además, esta falta de bancarización les impide gozar de los beneficios tributarios que sí da el Estado, por ejemplo, a la gran y mediana minería.

Finalmente, hace falta una mayor organización gremial. Sobre todo, porque, para mantener un diálogo constructivo con diversas entidades, los mineros a pequeña escala deben tener una representación organizada. Actualmente, existe mucha inestabilidad y divisiones en los gremios que se ha podido constituir en este grupo.

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