Camiper y los efectos de la automatización en minería

Las nuevas tecnologías adoptadas en el sector minero han permitido a la industria lograr un nivel de automatización, que cada vez es mayor, según recopila Camiper.

Son muchos los casos de grandes mineras que han apostado por la automatización. Sobre todo porque ello genera un aumento significativo de la productividad y una disminución de los gastos.

De hecho, se habla de casos en los que la productividad aumenta de 15% a 20%; por lo que no es de extrañar que cada vez sean más las empresas que apuesten por las tecnologías de automatización.

Pero, además de ello, Camiper también encuentra que la automatización produce mejoras en la seguridad. Porque los operarios ya no tienen que acceder a zonas inseguras; pues son las máquinas las que hacen ese trabajo, maniobradas a kilómetros de distancia. Incluso, en estos tiempos de pandemia, se ha visto cómo se aplica la automatización en las mineras a través del trabajo remoto.

Entonces, la combinación de mayor productividad y seguridad hace más atractivos los mecanismos autónomos en la industria.

No obstante, también se debe tomar en cuenta los efectos que esto puede generar.

Efectos de la automatización

Partiendo del hecho que la automatización influye en los costos y las finanzas de las mineras, Camiper sostiene que se debe prestar atención a sus consecuencias.

Por ejemplo, un estudio del Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible, señala que la eficiencia de la automatización reducirá el dinero que las mineras dejan a los gobiernos. Sobre todo, en aquellos países con economías en desarrollo. De hecho, calcula que la disminución será de hasta 284 millones por país.

El motivo sería porque ya no se consumiría tanto combustible; así como otros recursos que las minas adquieren de forma local. Por supuesto, ahí también habría que anotar la fuerza laboral, resalta Camiper.

Entonces, el reto para los gobiernos será encontrar la manera de que la automatización afecte lo menos posible a sus ingresos. Para ello, expertos recomiendan que, por ejemplo, en las comunidades aledañas a la operación minera se invierta en recreación o turismo.

Asimismo, crear valor para sus intereses a partir de infraestructura creada por la industria. Por ejemplo, mediante el uso compartido de vías ferroviarias.

O, en su defecto, los gobiernos pueden tratar de subir los impuestos ante las ganancias y regalías más altas de las mineras. De esa forma, Camiper encuentra que se compensaría la pérdida de ingresos por el gasto local que hacen las mineras, incluidos los empleos perdidos.