Gran impacto de la inestabilidad política en el sector salud

Según expresan infinidad de entendidos en la materia, un país que le presta la debida atención a su sector salud es una nación que va rumbo al progreso. Y es que, asegurar que los ciudadnos cuenten con buena salud significa asegurar contar con el valor más preciado de las empresas: el capital humano.

En esa línea, todo Gobierno debe trazar su ruta de trabajo bajo un esquema de salud; aspecto evidenciado cuando ocurrió la pandemia, pues con una mejor política sanitaria las actividades económicas no hubieran estado paralizadas por tanto tiempo,, además de evitar tantos lamentables fallecimientos.

Hoy la democracia en el Perú se vio mermada al iniciar la tarde cuando Pedro Castillo Terrones, entonces presidente de la República, anunció la disolución del Congreso, en una medida que distintas instituciones nacionales y del exterior, calificaron de golpista y dictatorial, y que terminó desatando una gran inestabilidad política y social en el país.

En efecto, el pleno del Tribunal Constitucional manifestó su rechazo al golpe de Estado realizado por Pedro Castillo Terrones, según indicó el presidente de dicha institución, Francisco Morales.

Asimismo, a través de un comunicado, el TC acusó que el expresidente “ha quebrantado el orden constitucional”; y añadió que Castillo “se ha puesto al margen de la Constitución y la ley”.

“Consecuentemente, el Congreso de la República debe actuar conforme a sus atribuciones y acorde al orden sucesorio debe asumir la Presidencia de la República la vicepresidenta”, instó el TC.

Conforme a ello, las Fuerzas Armadas y Policiales explicaron que “cualquier acto contrario al orden constitucional establecido, constituye una infracción a la Constitución y genera el no acatamiento por parte de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional”. Hecho que explica la posterior detención de Castillo Terrones, quien terminó vacado por el Congreso.

Necesidades sanitarias desatendidas

En el sector salud, por ejemplo, donde la inestabilidad política y social no permite atender efectivamente las necesidades más críticas; más aún, en tiempos donde la pandemia continúa causando un gran impacto en la salud de la población.

De igual modo, la falta de estabilidad en el país genera que se frenen las obras de salud; un sector donde cada segundo que pasa puede significar salvar una vida.

Asimismo, se impide continuar con políticas de salud pública que atiendan las necesidades más urgentes del sector.

Esto, debido a que la inestabilidad política no solo afecta la economía; sino también, y quizás lo más importante, la salud de las personas, más aún de los más vulnerables.

Inestabilidad política y su impacto en la salud mental

Todo esto también repercute en la salud mental de las personas; una de las ramas del sector sanitario que no cuenta con el apoyo suficiente en el Perú.

Sobre todo porque la incertidumbre e inquietud de los peruanos suele enfocarse en el aspecto económico.

Y ante un clima de inestabilidad política, lo primero en que se manifiesta es en lo económico. La subida del dólar, el alza de precios, la preocupación de no tener alimentos suficientes para vivir con tranquilidad comienza a generar estados críticos de ansiedad en la población.

Y todo esto se agudiza cuando, producto de una crisis política, se generan problemas de salud mental que llegan a afectar el estado físico.

“Hay mucha ansiedad, que se manifiesta no solo en temas de salud mental, sino también llega al cuerpo. Hay algo que se llama somatización; que es cuando los síntomas de los problemas salud mental van al cuerpo también y empiezas a sentir cansancio, dolor extremo de los músculos, por ejemplo”; comentó la activista de salud mental Caro Díaz, en una entrevista con Infobae.