Zonas restringidas a la minería crecen en 6.4 millones de hectáreas en Perú

En el Perú, las acciones que restringen la actividad minera no solo se producen a través de bloqueos y protestas, como las vistas recientemente en Las Bambas, Cuajone y Atacocha, sino también, al aumento de las propias zonas restringidas a la minería que dispone el Estado.

Solo durante los últimos tres años, las zonas restringidas a la actividad minera se han incrementado en 6.4 millones de hectáreas (ha); es decir, 17% más, según los informes de minería que publica periódicamente el Ministerio de Energía y Minas (Minem).

En cifras más exactas, hasta febrero de 2019, había 38.2 millones de ha restringidas a la minería; lo que representaba el 29.7% del territorio nacional.

Mientras que, hasta enero de este año, las zonas restringidas a la minería en el Perú abarcan ya 44.9 millones de ha; de manera que cubren el 35% de la extensión territorial del país.

Ante estas cifras, cabe preguntarse qué porcentaje de territorio del Perú sí comprende actividad minera; lo que nos lleva a una sorprendente respuesta de 1.57%, sin contar con el espacio para la exploración es mucho menor.

¿Qué factores impulsan el aumento de las zonas restringidas a la minería en el Perú?

En los últimos años, el Gobierno ha jugado un papel importante en el aumento a estas restricciones a la actividad minera, incorporando, por ejemplo, nuevas categorías que la restringen. Una de estas es la declaración de ciertas zonas con la denominación de ecosistemas frágiles.

A raíz de ello, las zonas restringidas a la minería, en los últimos tres años, abarcó 5.10 millones de ha más; luego que 188 zonas del país recibieron la declaración de ecosistemas frágiles.

De igual modo, en el mismo periodo, se ha reconocido cinco reservas indígenas, que abarcan 2.8 millones de ha; así como se ha creado dos reservas territoriales, que comprenden 1.3 millones de ha o el 1.0% del área total del país.

Impacto en las inversiones mineras

Para Marcial García Schreck, experto en minería de EY, este tipo de restricciones afectarían más las inversiones mineras y el desarrollo de proyectos de nuevas minas dentro del territorio nacional.

En ese sentido, resalta que el aumento de zonas restringidas a la minería pondrían en duda la ejecución de los 43 proyectos pendientes de construcción por US$53 000 millones.

De hecho, manifiesta que solo 15 de esos proyectos (US$ 20 000 millones) tendrían posibilidad de concretarse en el futuro cercano; lo que deja unos US$30 000 millones de inversión paralizados.