Oportunidades y desafíos de la minería verde, , Oportunidades y desafíos de la minería verde
Por Ph.D. Leonardo Cornejo, Presidente del Comité Técnico Consultivo de la Cámara Minera del Perú.
Julio 21, 2023
RESUMEN
La denominada Minería Verde es la nueva forma de hacer minería en el mundo. Un concepto que va más allá de “estar de moda”, es la nueva manera en la que la industria minera debe comenzar a desarrollarse para ser considerada dentro del mercado minero mundial.
Es a través de la Minería Verde o Minería Responsable que comienzan a desarrollarse nuevas ideas en torno a la materia, tales como la eficiencia en el uso de recursos extraídos, la correcta gestión de los procesos, la producción con menor impacto medioambiental en comunidades aledañas, una serie de pilares de los que hoy se es consciente y se aplican las medidas necesarias para que la extracción y procesamiento de materiales mineros esté a la altura.
ABSTRACT
The so-called Green Mining is the new way of mining in the world. A concept that goes beyond "being fashionable" is the new way in which the mining industry must begin to develop to be considered within the global mining market.
It is through Green Mining or Responsible Mining that new ideas begin to develop around the matter, such as efficiency in the use of extracted resources, correct management of processes, production with less environmental impact in neighboring communities, a series of pillars of which today we are aware and the necessary measures are applied so that the extraction and processing of mining materials is up to the task.
INTRODUCCION
Nos encontramos en una Nueva Era para la industria minera mundial. Avanzamos en el siglo XXI con nuevos paradigmas sociales, territoriales, comunitarios, políticos y de mercado, lo que nos empuja a repensar la forma cómo deberíamos seguir desarrollando esta industria. Perú y Chile son países mineros por excelencia y en este sentido tenemos la oportunidad única para posicionarnos como líderes mundiales en la promoción y habilitación de una economía global sostenible.
Un desafío de esta magnitud solo puede lograrse a través de la acción conjunta y coordinada de un ecosistema para evolucionar constantemente en la gestión económica, ambiental, social y de gobernanza (EESG, por sus siglas en inglés), generando así, las confianzas necesarias y posibilidades para una operación a largo plazo. Es tarea de todo el ecosistema minero articular un alineamiento en torno a la promoción y desarrollo de una Minería Verde, con una visión y agenda compartida, en donde participe el Estado, entidades públicas y privadas, la academia y la industria, los emprendedores y las compañías mineras, centros tecnológicos y asociaciones gremiales, entre otros, para lograr impulsar propuestas concretas de innovaciones y de asociaciones multisectoriales orientadas a mantener una política minera sostenible, viva y actualizada. La denominada Minería Verde es la nueva forma de hacer minería en el mundo. Un concepto que va más allá de “estar de moda”, es la nueva manera en la que la industria minera debe comenzar a desarrollarse para ser considerada dentro del mercado minero mundial.
En este marco, cabe destacar que al comprador no solo debe importarle la calidad del producto o la pureza del material minero que adquiere, sino también el proceso completo de elaboración. Se evalúa entonces el impacto medioambiental que produce, junto con el impacto sobre las comunidades, las medidas de seguridad bajo las cuales estuvieron resguardados los trabajadores y la eficiencia energética tras el proceso, entre otras dimensiones.
En resumen, se espera que con este nuevo tipo de minería se mejore y optimicen las prácticas al interior de la industria para tener procesos más eficientes e inocuos en todo sentido.
PILARES SOBRE LOS QUE SE DESARROLLA LA MINERÍA VERDE
La International Copper Association (ICA) se sumó a las entidades que buscan que los productores cumplan con una producción responsable, con su nuevo sello Copper Mark, que indica cumplimientos en distintos aspectos, tales como:
En definitiva, cada comprador de materias primas hoy espera que los orígenes del producto que está comprando hablen de una Minería Sustentable y que haya sido producido bajo estándares que vayan de la mano con la tendencia de producción mundial. Así, los recursos están insertos en un mercado cada vez más competitivo, donde se espera una mejor calidad y una trazabilidad del producto global cada vez más acuciosa.
Lo principal para poder implementar este concepto en minería es trazar un plan de acción de mediano plazo para ver en qué áreas invertir, cuáles potenciar, de qué tecnología se necesitará, dónde se implementará, bajo qué ojos estamos siendo evaluados, etc. Todos los puntos anteriores son tremendamente importantes antes de comenzar un proceso de envergadura mayor, como lo es cambiar la forma en la que se hace la minería y tomar decisiones que involucren todo aspecto de las personas en relación con la industria. La Minería Verde se asegura tener un producto de calidad, donde las condiciones humanas, ambientales y políticas influyen en cada una de sus etapas.
Todos estos esfuerzos, sin duda, tienen un objetivo, el cual es avanzar hacia una industria más consciente, limpia y comprometida con el medio ambiente y la sociedad. Cada vez se va requiriendo de nuevas tecnologías e innovaciones que sustenten esta forma de hacer minería, se da paso a que nuevas empresas sean parte de este modelo dando la posibilidad a que todos participen y construyamos en conjunto la minería del futuro. Cada desarrollo, cada nueva herramienta que se incorpora en conjunto con la evaluación de cada nuevo paso es un valor que se agrega a la minería de cara al mundo.
HACIA UNA MINERÍA VERDE
Este tipo de minería se basa en la eficiencia en el uso de materiales, el agua y la energía, minimizando el impacto ambiental negativo y asegurando la trazabilidad de los recursos obtenidos para su correcto aprovechamiento, además de cuidar su correcto encaje dentro de la comunidad en la que desempeña su actividad.
Los medios para avanzar en estos objetivos son la optimización de las tareas laborales y organizativas, el fomento de tecnologías limpias y de última generación, y la aplicación de una metodología donde prime la eficiencia por encima de todo. Otro factor para considerar es la sostenibilidad de los terrenos, poniendo en práctica, en la medida de lo posible, planes de rehabilitación de estos tras el cese de la actividad. Para avanzar en esta dirección, la minería necesita desarrollar alianzas estratégicas con universidades y centros tecnológicos, con el fin de aplicar las innovaciones técnicas de última generación que puedan redundar en una mejora de la eficiencia. Elementos como las energías renovables, la racionalización en el uso de productos químicos tóxicos, la aplicación del ecodiseño y otros principios circulares son imprescindibles para hacer de la minería una práctica cada vez más sostenible y ambientalmente responsable, capaz de generar beneficios económicos, sociales y medioambientales.
La industria minera tiene hoy el imperativo de avanzar hacia una producción sustentable, amigable con el medio ambiente y sin afectar a las comunidades vecinas, más bien, incorporándolas en su desarrollo. Esta no solo es una demanda del entorno y de las autoridades, sino también de los propios inversionistas, los cuales cada vez están enviando mensajes más fuertes en este sentido.
Prueba de ello es que la destrucción de un sitio indígena sagrado por parte de Rio Tinto en Australia –para ampliar una mina de hierro–, le ha costado la renuncia a su director ejecutivo, Jean-Sébastien Jacques, y a otros altos gerentes de la segunda mayor minera mundial.
En respuesta a las expectativas globales de una producción sustentable, la industria del cobre está tomando medidas, por ejemplo, iniciando procesos de certificación bajo el estándar denominado Copper Mark, el cual le será exigido a partir de 2025 para comercializar sus productos en la Bolsa de Metales de Londres.
En Chile, la industria minera está dando pasos concretos para lograr esta certificación al 2025, como por ejemplo cambiando los contratos de energía de fuentes limpias, para reducir su huella de carbono y combatir el cambio climático. Según la Corporación Chilena del Cobre (Cochilco), actualmente el porcentaje de potencial uso de energías renovables respecto de la demanda total de electricidad de la minería del cobre en Chile es de 10.5%, las que provienen principalmente de fuentes solares y eólicas; sin embargo, las estimaciones apuntan a que llegará a un 49% en el año 2023. Otras iniciativas que están en curso se refieren a que los camiones mineros utilicen hidrógeno en vez de diésel, destacando los esfuerzos que se están llevando a cabo para impulsar la producción de hidrógeno en la zona norte del país. Los beneficios del empleo de hidrógeno se relacionan con un menor costo por tonelada transportada, junto con mejorar la huella verde de los equipos mineros, emitiendo menos CO2. Actualmente, casi el 50% de la energía utilizada por el sector corresponde a combustibles fósiles, principalmente diésel, lo que también se traduciría en ventajas para la producción chilena en los mercados en que se apliquen impuestos a las emisiones de CO2, como ocurrirá en la Unión Europea.
En resumen, avanzar hacia una minería más verde no solo va en beneficio del medio ambiente y del planeta, sino de las propias compañías mineras. Ofrece, además, la oportunidad de cambiar la percepción negativa que muchas personas tienen de nuestra industria.
MINERÍA VERDE EN PERÚ
Hoy existen varias soluciones tecnológicas que permiten que todas las industrias minimicen su impacto en el medio ambiente sin afectar la rentabilidad de las operaciones. La minería no es la excepción. Específicamente, este sector en el Perú puede volverse “verde” mediante la transformación de su matriz energética. Es decir, dejar de usar hidrocarburos y pasar a otra fuente de energía más limpia, como es la electricidad.
Actualmente, el sector minero representa el 27% del consumo de energía del país, según el Ministerio de Energía y Minas. Hace un año, la migración a energías más sostenibles como la energía solar, eólica y eléctrica ya habían generado interés en el sector de la minería que se desarrolla en el Perú. La COVID-19 repercutió en que las inversiones en este segmento tuvieran que ser suspendidas; sin embargo, es evidente que esta es una tendencia que ha llegado para quedarse.
Un informe de la consultora McKinsey, publicado en enero de este año, indica que el sector minero enfrentará la presión de Gobiernos, inversores y la sociedad para reducir emisiones. Según este reporte, la minería es responsable de entre 4 a 7% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial. Cambiar la matriz energética, sin duda, ayudará a reducir la generación de estas emisiones.
Los mercados mineros más desarrollados que el peruano ya han adoptado soluciones tecnológicas que hacen mucho más sostenible esta actividad económica. Asimismo, los ahorros operativos y los mayores niveles de eficiencia que generan hacen que optar por esa migración de la matriz energética sea una inversión que vale la pena considerar. Finalmente, la sostenibilidad de las operaciones será una exigencia del mercado, para financiar y valorizar proyectos.
Desde la arista tecnológica, la sostenibilidad en el Perú está a la par de otros mercados como Chile. A la fecha, por ejemplo, las palas y equipos de perforación ya son eléctricos; eso es un gran avance. El siguiente paso es utilizar vehículos eléctricos. En cuanto a la mediana y pequeña minería, las soluciones eléctricas ya están siendo utilizadas en la mayoría de los casos, ya que las características de la minería subterránea así lo exigen.
Las exigencias de los inversionistas por la sostenibilidad de los proyectos mineros, así como los mayores niveles de eficiencia que requieren las empresas para mejorar su desempeño en la era de la COVID-19, serán factores que impulsen la migración de la matriz energética y, por consecuencia, el desarrollo de una minería verde en el Perú. También ayudan los incentivos que puedan dar los Gobiernos, por ejemplo, otorgar beneficios tributarios es una alternativa.
En el corto plazo, la reducción de los gases de efecto invernadero, las operaciones de carbono neutro y la promoción del desarrollo de energía limpia en el país serán variables que adoptarán mayor protagonismo para las empresas mineras. Adelantarse a esta nueva demanda será una ventaja competitiva para las compañías del sector.
LA MINERÍA VERDE Y LA ENERGÍA SOSTENIBLE EN EL PERÚ
El modelo de negocio de la minería moderna y mundial del siglo XX ha estado atado a la construcción de centrales eléctricas para su autoabastecimiento de energía. El Perú no ha sido la excepción: ese enfoque ha sido el principal motor para el desarrollo de la electricidad con fines industriales en el país. A su vez, ha promovido la descentralización en la construcción de centrales hidroeléctricas. Casi a la par con la llegada del nuevo siglo, la minería se enfocó en lo que mejor sabía hacer y dejó la producción de electricidad a las empresas especializadas en este negocio.
Sin embargo, no por ello la minería se ha despreocupado de las características de la energía que consume. Al contrario, el sector ha apuntado a objetivos de sostenibilidad: reducción de los gases de efecto invernadero, operaciones de carbono neutro y promoción del desarrollo de energía limpia en el país.
La industria minera del Perú es el sector más demandante de energía y representa aproximadamente un 27% del consumo total, por lo que las empresas eléctricas no dejan de tener los oídos abiertos a sus preocupaciones. En ese sentido, se pueden destacar cinco acciones que están permitiendo cristalizar políticas de sostenibilidad en materia de energía, a saber:
El Perú tiene un 44% de producción eléctrica de fuente renovable -principalmente hídrica-, mientras que un 45% proviene de la producción de electricidad en base a gas natural, 6% de recursos energético-renovables no convencionales y 5% de fuentes como diésel.
La descarbonización del sector minero está llevando a las empresas a buscar que sus fuentes de energía sean principalmente renovables, como por ejemplo la energía solar y eólica.
Entre las fuentes hidrocarburíferas, el gas es el de menor efecto ambiental. A diferencia de otros sistemas en el mundo, el Perú cuenta con plantas a diésel, pero básicamente a modo de respaldo o emergencia, mientras que las plantas a carbono -las más contaminantes del mundo- han desaparecido. Las empresas mineras -en su mayoría clientes libres- escogen el tipo de empresa que los abastecerá.
2. Incursión de nuevas tecnologías
La demanda de electricidad del sector minero está concentrada en mayor medida en el proceso de chancado y molienda. Sin embargo, la minería también hace un uso intensivo de otros tipos de energía, como la derivada del petróleo, en especial en el transporte, siendo necesario neutralizarla con el objetivo de lograr la descarbonización de sus operaciones. En este sentido hay que potenciar la electromovilidad a partir del uso del hidrógeno para lograr el desplazamiento gradual de los combustibles fósiles.
La tecnología del hidrógeno ya es almacenable, cuestión que le permitirá ser tan competitiva frente a los hidrocarburos líquidos. Esto llevará a desarrollar e impulsar la utilización de camiones que operen con hidrógeno. En ese sentido, en los próximos años podremos ver camiones operando con hidrógeno verde producido a partir de la energía eólica y la energía solar.
3. Inversión en proyectos de energía renovable no convencional
En su proyecto aurífero San Gabriel, ubicado en Moquegua, Buenaventura evalúa construir una planta solar de 20 megavatios (MW) que suministrará energía a esta futura operación. La compañía también evalúa opciones de energía renovable no convencional para otras operaciones del sur. Por su parte, Cerro Verde analiza una opción similar para la producción de 200 MW de producción solar en su zona de operación. Ambos proyectos son ejemplos de la orientación hacia una producción de energía sostenible.
4. Minería descarbonizada
En términos de energía, la mayoría de las grandes mineras se encuentran en una competencia positiva por ser la primera en lograr la descarbonización total de sus operaciones. Anglo American, Rio Tinto y BHP han iniciado ya algunos procedimientos en algunas de sus filiales, teniendo un horizonte de 20 años. Por su parte, la canadiense Teck ha anunciado su objetivo de neutralidad de carbono para el año 2050.
Un estudio de la International Copper Association de Australia sostiene que la neutralización del carbono en las operaciones de ese país se podría cumplir en el año 2052. La presión de las matrices hacia las filiales peruanas para lograr cumplir con los objetivos será cada vez mayor, por lo que no será extraño que la energía verde sea la fuente de energía en los equipos de minado y acarreo en los próximos 15 o 20 años.
5. Respaldo energético
Si bien la energía renovable no convencional tiene costos cada vez más competitivos, este ranking lo sigue liderando la producción hidroeléctrica de grandes volúmenes de energía. Las mineras que están desarrollando plantas eléctricas de energías renovables no convencionales, tienen entre sus motivaciones el lograr un respaldo para afrontar los costos generados en horas punta y cumplir con su política de seguridad energética.
EL GRAN POTENCIAL DEL HIDRÓGENO VERDE PARA LA MINERÍA DE PERÚ Y CHILE
Los expertos han señalado que el hidrógeno verde presenta enormes ventajas y potencial para incentivar una minería sustentable, tanto en Perú como en Chile, y de esa manera transformarse en un polo de desarrollo tecnológico y de energías renovables para la minería. En este sentido, ambos países, en un futuro no muy lejano, podrían producir hidrógeno verde que sea competitivo en el mercado mundial.
Si bien en minas más antiguas habría costos adicionales para la adaptación de este tipo de energía, los nuevos proyectos mineros en Perú serían aliados naturales para el uso del hidrógeno verde porque este puede ser incorporado en la maquinaria con mayor facilidad. La minería juega un rol importante que puede permitir que se experimente con este nuevo combustible para tener una minería más limpia.
El hidrógeno verde es uno de los grandes desafíos y oportunidades que tenemos como países mineros y puede transformarse de aquí a 20 años más en una industria tan importante y relevante como la actual industria del cobre.
CONCLUSIONES
REFERENCIAS
Oportunidades y desafíos de la minería verde, , Oportunidades y desafíos de la minería verde