Propuesta de un Programa de Salud para los Mineros (NIOSH)

RESUMEN

El Programa de Salud de los Mineros (PSM) se ha establecido recientemente como un esfuerzo sistemático y a largo plazo para comprender y mejorar la salud y el bienestar de todos los mineros a través de la integración de la investigación, la transferencia de los resultados, la evaluación y la participación de la comunidad. El MHP forma parte del Programa de Minería del Instituto Nacional para la Seguridad y la Salud Ocupacional (NIOSH), cuya misión es eliminar las muertes, lesiones y enfermedades en la minería a través de una investigación relevante y soluciones impactantes en los Estados Unidos de América.

INTRODUCCIÓN

Según los datos publicados por el Centers for Disease Control and Prevention [CDC, 2019], de los 3,3 billones de dólares que Estados Unidos gasta anualmente en atención sanitaria, el 90% se destina a personas con enfermedades crónicas y mentales. Existe, en el ámbito de la salud pública y la epidemiología, un porcentaje significativo de esa carga de enfermedad que está asociada a los determinantes sociales de la salud (DSS) [Schultz & Northridge, 2004]. A pesar de su inclusión en los modelos de los determinantes sociales y ecológicos de la salud, el trabajo no ha sido explorado en la mayoría de las investigaciones sobre la inequidad en la salud en los Estados Unidos. Dejar de lado el trabajo en la investigación de las desigualdades en salud pública crea un punto ciego en nuestra comprensión de cómo se crean las desigualdades e impide nuestro progreso hacia la equidad en salud. [Anhonen, Fujishiro, Cunningham, & Flynn, 2018]. Sabemos que algunos trabajadores están expuestos a entornos de mayor riesgo; sin embargo, no se ha generado evidencia científica significativa que explique la distribución desproporcionada de esta carga de la enfermedad por tipo de industria y ocupación [Hege et al., 2018; Lingard & Turner, 2017].

DESARROLLO DEL TEMA

En lo que respecta específicamente a la industria minera, en algunos países desarrollados, se sabe mucho sobre las lesiones y las muertes de los trabajadores mineros debido a los estrictos requisitos de notificación obligatorios supervisados por diversas agencias gubernamentales. A partir de estos datos, se podría generar un listado de 3 ejes/preguntas centrales en relación a la salud de los mineros:

• ¿La prevalencia y los efectos de las enfermedades crónicas entre los mineros son diferentes que los de la población trabajadora en general?
• ¿Están los mineros y sus empleadores sujetos a costos relativos similares a los de la población general?
• ¿Cómo pueden diseñarse las condiciones y el medio ambiente de trabajo para reducir la exposición a los peligros para la salud y las cargas de enfermedad, mejorando así la salud, el bienestar y el rendimiento de los trabajadores mineros?

En colaboración con la Corporación RAND, el programa Total Worker Health® (TWH) de NIOSH llevó a cabo una revisión exhaustiva para desarrollar una definición marco del concepto de bienestar de los trabajadores. La definió como:

[…] Un concepto integrador que caracteriza la calidad de vida con respecto a la salud de un individuo y los factores ambientales, organizativos y psicosociales relacionados con el trabajo. El bienestar es la experiencia de percepciones positivas y la presencia de condiciones constructivas en el trabajo y fuera de él que permite a los trabajadores prosperar y alcanzar su pleno potencial [Chari et al., 2018].

El PSM ha utilizado este marco de referencia para caracterizar mejor las experiencias de salud de los mineros y los posibles factores de riesgo, la calidad de vida y la capacidad de trabajar y retirarse con funcionalidad. Este enfoque integrado crea oportunidades para la dimensión evaluativa, ya que utiliza varias métricas validadas para medir la utilidad de la salud, como el año de vida ajustado por discapacidad o calidad (DALY/QALY). El seguimiento del estado de salud física y mental, la carga de la enfermedad y la exposición en el lugar de trabajo de los mineros permite la evaluación directa e indirecta de los impactos del programa a través de métricas que incluyen los datos de vigilancia, el gasto en atención sanitaria y la experiencia de compensación de los trabajadores.

Diseño del Programa Miner Health

El Programa de Salud de los Mineros (PSM), propuesto por el CDC, pretende reducir la brecha entre la investigación y la práctica mediante la integración de una amplia cartera de investigación de laboratorio y de campo con la ciencia de la traducción y las actividades de transferencia. La investigación, el compromiso con la comunidad y la evaluación, son las tres funciones principales del PSM. Si bien la investigación es el enfoque principal dentro de NIOSH y la División de Minería, por sí sola no es suficiente para garantizar los impactos a largo plazo y la salud y el bienestar de los mineros. Además de llevar a cabo una investigación estratégica, también debemos colaborar continuamente con las partes interesadas de la minería, aprender de la vigilancia externa y de otras fuentes de datos, transferir los resultados de la investigación al lugar de trabajo, a través de productos e intervenciones, evaluar los procesos y los resultados asociados, y sintetizar lo que aprendemos con el tiempo.

Funciones básicas

Tres funciones básicas encapsulan la cartera del Programa de Salud de los Mineros:

1. Investigación

La investigación es el núcleo del trabajo de NIOSH. Como organización de investigación, proporciona al público pruebas objetivas y mejores prácticas de manera independiente.

La investigación sobre la salud y el bienestar de los mineros se centra en los peligros y exposiciones físicas, biológicas y psicosociales, la organización del trabajo, la compensación y las prestaciones, el entorno de trabajo, la integración de la vida laboral y familiar, y las enfermedades crónicas, entre otros temas.

A diferencia de la investigación centrada en la seguridad, cuyo objetivo es mitigar los riesgos de eventos agudos, lesiones y muertes, la medición de los resultados de la salud y el bienestar requiere más tiempo de observación y es más compleja, dada la multitud de variables que intervienen y que también pueden influir en los resultados de la salud y el bienestar.

Abordar y evaluar la compleja interacción entre el trabajo, la salud y el bienestar de la población minera requiere un enfoque multidisciplinar y participativo para garantizar la integridad de la investigación, su aplicación y su utilidad final para mejorar el bienestar de los mineros.

El PSM del CDC utiliza el marco de “Carga, Necesidad e Impacto” (Burden, Need and Impact - BNI) de NIOSH para identificar las prioridades de investigación y guiar la inversión de recursos de una manera clara y transparente.

Utilizando el marco BNI, la investigación será informada y priorizada en base a las siguientes consideraciones:

• Un enfoque en los trabajadores mineros que están sujetos a los riesgos y peligros del lugar de trabajo, así como en aquellos con influencia directa y responsabilidad para garantizar la salud y seguridad de los mineros (es decir, todas las partes interesadas en la minería).
• Una necesidad claramente documentada, evidenciada por los datos disponibles (por ejemplo, la vigilancia de las exposiciones ambientales como indicadores principales de la salud); la vigilancia de los resultados de la salud y la utilidad de la salud (por ejemplo, la industria específica, la encuesta nacional, las reclamaciones de compensación de los trabajadores); o la investigación previa de NIOSH que indique las necesidades traslacionales.
• El uso de métodos de investigación aplicada para enfatizar la aplicación del conocimiento de manera efectiva dentro de los entornos de trabajo, y para tener el potencial de beneficiar la exposición de los trabajadores, el cambio de comportamiento y los factores interpersonales que facilitan o inhiben la promoción de la salud, la organización del trabajo, la formación y la mejora de las prácticas y procedimientos.
• Cuestiones que tengan un mayor impacto en la salud de los trabajadores en términos de frecuencia y gravedad, así como intervenciones que aborden múltiples factores de riesgo.
• La investigación que es inclusiva y promueve la equidad para abordar las diferencias en los resultados de salud a través de la demografía y otros determinantes clave de la salud.

2. Participación de la comunidad

La participación de las partes interesadas se basa en el supuesto de que la colaboración multidisciplinar mejora la investigación y la intervención [Israel et al., 2005; Stokos, 1992]. La participación de la comunidad puede definirse como "el proceso de trabajar en colaboración con y a través de grupos de personas afiliadas por proximidad geográfica, interés especial o situaciones similares para abordar cuestiones que afectan al bienestar de esas personas" [CDC, 2011]. Dado que la incidencia de la enfermedad suele estar influida por los entornos sociales y físicos, es necesario integrar múltiples perspectivas para informar el proceso de investigación [Hanson, 1988; Tebes, 2005]. Por lo tanto, las cuestiones de salud y bienestar pueden comprenderse y abordarse mejor si se cuenta con la participación de la comunidad de interés, en este caso, la comunidad minera.

Los socios comunitarios ofrecen valiosas perspectivas sobre la vida de la comunidad y los problemas de salud que los investigadores y el personal del programa no pueden aportar. En la práctica, la investigación participativa facilita la aplicación de una intervención y mejora su relevancia, eficacia y sostenibilidad [Israel et al., 2005; Spoth y Greenberg, 2005].

Los objetivos de la participación de la comunidad incluyen la creación de confianza, la obtención de nuevos recursos y aliados, la mejora de la comunicación y la mejora de los resultados sanitarios generales, como se describe a continuación.

3. Evaluación

La evaluación es un componente principal del PSM. Aunque la evaluación es un componente vital de la investigación científica y de los programas de investigación, a menudo se pasa por alto. En términos generales, la evaluación del programa se utiliza para responder a tres tipos de preguntas:

• ¿Se implementó el programa como se pretendía?
• ¿Qué resultados se asocian a la participación en el programa?
• ¿Cómo se puede mejorar el programa?

Aunque se trata de una simplificación excesiva, estas preguntas ilustran los objetivos complementarios de la evaluación de procesos, la evaluación de resultados y la mejora de la calidad, respectivamente.

La evaluación del proceso se utiliza para valorar el grado de ejecución de las actividades de investigación o intervención según lo previsto. La evaluación del proceso también valora hasta qué punto el programa o la intervención llega a la población objetivo prevista y puede explorar las razones de la deserción. Cuando se lleva a cabo de forma proactiva, los resultados de la evaluación pueden utilizarse para ajustar la ejecución de forma que cumpla con mayor precisión las expectativas o para abordar los fallos o desafíos del plan de ejecución inicial.

La evaluación de resultados se utiliza para determinar la eficacia de un programa midiendo la medida en que las actividades del programa se asocian con los conocimientos, las actitudes, las habilidades, los comportamientos y los factores organizativos que, en última instancia, promueven la salud y el bienestar entre los trabajadores mineros. Los resultados de la evaluación de resultados se utilizan con mayor frecuencia para justificar la inversión continua, argumentar a favor de la ampliación del programa, comparar la eficacia de intervenciones alternativas, apoyar la mejora de la calidad, formular políticas y servir como herramienta para la responsabilidad del programa ante las partes interesadas.

Aunque la evaluación de resultados pretende responder a la pregunta "¿Funciona el programa?", otras preguntas clave son "¿Funciona el programa igual de bien para todos los participantes?" y "¿Funciona el programa en todas las circunstancias o entornos?". Estas otras preguntas clave se refieren a la generalización de los efectos del programa en las subpoblaciones de trabajadores, así como en los entornos. Es importante plantear estas preguntas para garantizar la equidad entre las características demográficas, como la edad, la raza, la etnia y el género, y, del mismo modo, si los efectos del programa varían según la geografía, el tipo de mina o las características de la organización.

CONCLUSIONES

La importancia de la investigación y las recomendaciones para abordar la seguridad y la salud de los trabajadores se deriva del continuo número de víctimas mortales, lesiones y enfermedades de los trabajadores mineros. Los continuos cambios en la naturaleza del trabajo, la mano de obra y el lugar de trabajo desafían los viejos paradigmas de la investigación sobre seguridad y salud laboral de los trabajadores y requieren de nuevos criterios de decisión más orientados a la solución que a la observación y que den lugar a intervenciones que puedan aplicarse fácilmente a los nuevos riesgos y exposiciones laborales.

A medida que la financiación pública de los programas de investigación científica se vuelve más restringida y crece la demanda de una mayor responsabilidad del gasto gubernamental, la necesidad de demostrar el impacto o el rendimiento de la inversión de los contribuyentes se convierte en una necesidad para las agencias de investigación.

El enfoque denominado método BNI, puede ser útil para otros organismos o entidades de investigación del sector público y privado que necesiten una forma sistemática de establecer prioridades de investigación y asignar recursos cada vez más escasos a la investigación, garantizando al mismo tiempo el máximo rendimiento de la inversión.

REFERENCIAS

• Anger, W. K., Elliot, D. L., Bodner, T., Olson, R., Rohlman, D. S., Truxillo, D. M., Kuehl, K. S., Hammer, L. B., & Montgomery, D. [2015]. Effectiveness of total worker health interventions. Journal of Occupational Health Psychology, 20(2), 226.
• Buttorff, C., Ruder, T., & Bauman, M. [2017]. Multiple chronic conditions in the United States. RAND Corporation, Santa Monica, CA.
• Centers for Disease Control. [2011]. Principles of community engagement. Atlanta: CDC/ASTDR Committee on Community Engagement. Centers for Disease Control and Prevention. NIH Publication No. 11-7782.
• Chari, R., Chang, C., Sauter, S. L., Petrun Sayers, E. L., Cerully, J. L., Schulte, P., Schill, A. L., & Uscher-Pines, L. [2018]. Expanding the paradigm of occupational safety and health: A new framework for worker well-being. Journal of Occupational and Environmental Medicine, 60(7): 589–593.